Giuseppe sintió los primeros temblores. El suelo se onduló y luego comenzó a temblar con gran fuerza. La tierra se ablandó y él sintió que se estaba hundiendo en una grieta. No tenía nada a lo que agarrarse porque no encontraba nada estable. Estaba aterrorizado y se sentía impotente. Sucumbió a los movimientos de la tierra. Se echó hacia atrás, protegiendo su cabeza con las manos. Estaba rezando.
. Cuando el temblor paró, salió del agujero y corrió hacia la ciudad. Pasó junto a casas derrumbadas, muros agrietados y plazas. La visión era terrible. Corrió a su casa. En el lugar... le estaba esperando la muerte. Encontró los cadáveres de su madre, su padre y sus dos hermanas. Aquel fue su último día en L'Aquila. Montó en su caballo y se puso en marcha...