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Hornos Hetta

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13 de enero de 1915. En una pequeña ciudad italiana cercana a L'Aquila, Giuseppe Ciofani, de 23 años, hijo de un cantero, regresaba a su casa desde una cantera cercana. Estaba buscando la piedra perfecta para su padre. De repente, ya no se oía el canto de los pájaros y Giuseppe paró de buscar. Había algo desconcertante en el silencio...

L'Aquila

Giuseppe sintió los primeros temblores. El suelo se onduló y luego comenzó a temblar con gran fuerza. La tierra se ablandó y él sintió que se estaba hundiendo en una grieta. No tenía nada a lo que agarrarse porque no encontraba nada estable. Estaba aterrorizado y se sentía impotente. Sucumbió a los movimientos de la tierra. Se echó hacia atrás, protegiendo su cabeza con las manos. Estaba rezando.

. Cuando el temblor paró, salió del agujero y corrió hacia la ciudad. Pasó junto a casas derrumbadas, muros agrietados y plazas. La visión era terrible. Corrió a su casa. En el lugar... le estaba esperando la muerte. Encontró los cadáveres de su madre, su padre y sus dos hermanas. Aquel fue su último día en L'Aquila. Montó en su caballo y se puso en marcha...

La familia

Tras dos años vagando de un lado para otro, llegó a una reserva natural en Murcki, en la región polaca de Silesia. Ahí conoció a Julia, su futura esposa, y formó una familia. Una familia grande. Le encantaba sentarse alrededor del fuego por las tardes y hablar con sus hijos, y luego con sus nietos y bisnietos. Apreciaba estos momentos y se sentía mejor cuando toda la familia estaba cerca. Nunca más volvió a Italia. Regresaron dos de sus hijas y un hijo. Una tercera hija, Gilda, permaneció en Silesia. Mi bisabuela. Mi nombre es Tomo Ciofani. Desde que tengo memoria, nuestra familia se ha reunido en torno al fuego. Han sido momentos importantes y maravillosos para mí.

Arquitectura

Cuando crecí, me hice arquitecto. Quería crear edificios hermosos, pero en arquitectura la belleza no es fácil. Porque uno no tiene tiempo. Y la belleza requiere tiempo. Necesita inspiración, correcciones, pulido, refinamiento de la versión original. Sin embargo, el inversor siempre tiene prisa. No tiene tiempo. Yo quería diseñar edificios bonitos. Pero no pude. Por eso he pensado en crear algo que sea mío y hermoso. Para que la gente lo compre porque les emocione. Y así creé una chimenea y la historia cerró el círculo. Volví al fuego, a la piedra y a los momentos con mi familia.

Pongo mi trabajo en tus manos y dejo que se cree tu propia historia.

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